Día 05: Aracne
La versatilidad de la sala de conferencias del Gabinete de Historia Natural es increíble. Anoche cuando entró el público pudieron verla totalmente negra. Había poca luz, la suficiente para ver a dos cuerpos sin vestir tumbados sobre una tela.
Esta performance va a hablar sobre el concepto de la vanidad tratado desde el mito de Aracne. Por eso, al entrar al Gabinete el público recibe unas polveras con un texto de Nietzsche:
Dentro de la sala podemos ver a dos cuerpos tumbados que representan a Aracne (persona joven y engreída) y a la diosa Atenea en forma de anciana. Escuchamos una música ambiente en la oscuridad, los cuerpos se levantan y el que interpreta a Aracne comienza a contarnos su historia* de vanidad. «Lo difícil es saberse conservar» reitera quien interpreta a Atenea en forma de anciana pero Aracne sigue jactándose.
Por un instante Aracne sale de escena y podemos ver a la Atenea joven y esbelta en frente de la Atenea disfrazada de anciana para quedarse la representante joven que generará una lucha con Aracne.
El público interviene en la performance de hoy porque como dice Nietzsche sin esta gente un individuo por sí solo no es vanidoso. Así que los espectadores sujetan a los dos personajes con unas cuerdas y comienzan a tirar de ellos formando como un tipo de telaraña.
Comienza a sonar música pop vanal como por ejemplo «I’m Too Sexy», «Maquillaje» de Mecano o «La lista de la compra» de La Cabra Mecánica, y empiezan los gritos, las disputas. «La mujer es la madre de la Tierra» grita Atenea hasta que Aracne cae al suelo, Atenea le pone su pie encima. Ha vencido.
¿Dónde irá Aracne en la obra Origen Inverso? 29 días, 29 performances diferentes para formar un todo.
*La historia que hemos escuchado saldrá en un librito cuando termine Origen Inverso ya que los actores no interpretan, sacan cosas de su vida traducidas en texto, color y movimiento.
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Reseña de la performance por Manuel Espín Martín:
El mito de Aracne y la diosa Atenea en una traslación en clave contemporánea con nuevas «lecturas». Un espacio totalmente negro tanto en paredes como suelo, con el público, una cincuentena de personas de los más diversos perfiles y edades, y una escenificación fascinante. Tres actores representando a los dos personajes: una Aracne en este caso masculina, porque los mitos no saben de sexos, orgullosa de si misma, altiva, crecida en su propia autoestima desbordante, en una confesión con muchas claves personales: artista plástico que desde muy joven se ha dejado narcotizar por la (falsa) alabanza del éxito que acaba por atraparlo y atarlo. Y una Atenea en dos perfiles: señora madura todavía atractiva pero a la que se desprecia por haber cumplido años, y bella, seductora y atractiva joven como diosa en construcción. Más un escenario en el que cada una de las dos posiciones -la soberbia y la serenidad- se enfrentan en un duelo frontal, con una densa y constante tela de araña en la que cada espectador tiene la opción a sumarse a cualquiera de las posturas con las que se identifique. Todo entre canciones «pop» donde se habla del falso «ego» de la belleza como canon superficial y el artificio trata de hacerse pasar por ley. Con un desenlace recibido con aplausos por unos espectadores-participantes en este «acting» en el que todos han tenido ocasión de vivir, pensar, ver, mirar, analizar y posicionarse.
Desarrollo de la idea: grupo de trabajo «Clásicos , 29 días 29 performances» Teresa García García, Manuel Espín, José Ayala , Oche Zamora, Abajo Izquierdo.
Asistentes: Equipo Black Balance Project
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