De esta performance solo sabemos que es la continuación de Aracne, pero no sabemos dónde encajará en Origen Inverso. El público que llega al Gabinete de Historia Natural coge cada uno una silla y al entrar a la sala se va sentando de forma circular. Hoy van a ser voyeurs, es su papel en el conjunto de la performance.

Filia

Aracne aparece en rojo nacarado sobre un círculo rojo. El público se coloca muy cerca acotando un territorio donde es imposible ocultar los detalles. Cada uno se encarga de tensar una cuerda, la vanidad de Aracne pendiente de un hilo.Entran las Oficiantas vestidas de colegialas, falditas de cuadros, altísimos tacones, un tópico. El territorio primitivo deja de serlo para transformarse en un espacio de símbolos, símbolos de lo primitivo. Con su rito circular, Ellas se encargan de liberar a Aracne de sus ataduras, ¿podrá librarse también de su vanidad? ¿Será capaz de entender los símbolos, de superarlos, será capaz de imaginar? Desaparecen los magníficos cuerpos, símbolos en sí mismos de toda vanidad, y una pareja del público inicia un extraño paseo donde ella es una perra con collar. La humillación y Aracne intentan conectar pero el dueño de la perra parece que no lo va a permitir, solo su deseo y su curiosidad le hace vulnerable, le hace humilde, real. Aparecen de nuevo las Oficiantas, nuevo traje, nuevo símbolo, un correaje. Las miradas atentas, el público voyeur ha hecho del territorio primitivo un peep show. Por encima de una vanidad, otra. Pintura que salpica con cada azote, que homogeiniza. La música marcando el ritmo, sonidos grabados de la propia sala mezclados con guitarra, mezclado con cuerpos, mezclado con miradas, mezclado con cámaras y en un fantástico espacio. Nada mejor contra la vanidad que una buena mezcla….

Sebastián Navarro.

Fobia

En medio de un círculo rojo está quien interpreta a Aracne tumbado, con unas pinceladas de color rojo sobre su cuerpo. Sigue con la tela de araña y cada espectador tira de una cuerda que acaban en su cintura y en su pecho. Hay muy poca luz y de repente aparecen dos chicas vestidas de colegialas que comienzan a gatear entre las cuerdas rodeando a Aracne. Se paran, le quitan las cuerdas y con una esponja empapada de agua le frotan para quitar la pintura. Están cada una a un lado del cuerpo tumbado que comienza a cobrar vida, intenta moverse, se da la vuelta, vuelve bocarriba, todo esto como si estuviera en un estado febril de ensoñación y mientras escuchamos unos sonidos de Javi Álvarez que a mí me llevan a los sonidos de las escenas más duras de la película Apocalyse Now.

Se apaga la poca luz que hay, se intensifica ese «sonido de guerra», se enciende una luz roja y aparecen dos nuevos personajes a la vez que empieza a sonar un blues interpretado en directo por Javi Álvarez. Un hombre pone la cadena de un perro a una mujer que lleva un collar con un huesito y unos botines acordonados de tacón. Se cree su propietario. No me gusta su actitud.  El hombre va pegando a la mujer y Aracne se mueve para traerla al lado de él. Vemos una lucha que va creciendo hasta que vuelve a desaparecer la luz. En ese momento aparecen las dos chicas anteriores con un escueto body de tiras negras, vuelve la luz y comienzan a pintar a los tres que ya estaban. Brochas con linternas para pintar con luz y con pigmentos, chorros de pintura sobre los cuerpos acompañados de violentos masajes, sonidos fuertes de los azotes. Hay poca luz, pero todo se vuelve oscuro y violento. El blues, que para mí es una música sensual, se transforma en una música ahogada que a la vez grita para pedir auxilio. Sube la intensidad de la música, de los movimientos de los protagonistas, se van las dos chicas, se apagan las luces y quedan los tres cuerpos exhaustos.

Olivia López

Acting: Bondage Women, Abajo Izquierdo
Asistencia: Equipo Black Balance Project
Música: Javi Álvarez