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Día 27: Raza y Luz

Es sábado y hay más gente de lo habitual en el pasillo del Gabinete de Historia Natural. El público recibe una vela pequeña y quien quiera puede ponerse una túnica blanca. Entramos a la sala de conferencias del Gabinete, hay poca luz, la suficiente para distinguir a dos mujeres agachadas en el suelo. Se enciende un foco que ilumina a la mujer del vestido negro. Con el vuelo forma un círculo cuyo centro es su cabeza adornada con motivos hindúes. Empieza a moverse, comienza a bailar al ritmo de música sufí * y da vueltas sobre sí misma sin parar. Se trata de la danza berdiche. Sus manos están cubiertas de pigmento color bronce que poco después maquillará su vestido negro satén. Sigue bailando al ritmo de la música, da vueltas sin parar, estira los brazos, los recoge, va a toda velocidad, baila, hace mudrás y vuelve al suelo a la posición inicial.

Escuchamos unos acordes de guitarra y se enciende un foco para iluminar a la mujer del vestido blanco. Está agachada en el suelo sobre un círculo de tela negra, tiene tierra sobre su espalda y pigmento nacar en sus brazos y rostro. Se enciende la luz, se levanta bailando, jadea. Mientras tanto escuchamos una canción interpretada en directo con aires flamencos:

«Sé que no lo soy porque lo fui

y encontré un lugar donde poder leer tu mente

porque cada día soy una persona nueva.» – Canta estas frases que aluden a performances anteriores.

Se desplaza zapateando, va mezclando movimientos de la danza japonesa butoh y del flamenco. Toca a la gente, deambula por la sala. La otra bailarina sigue agachada y hace ligeros movimientos. Escuchamos un grito de la bailarina que va de blanco, coge una de las velas del público y la coloca en el suelo, entre medias de las dos bailarinas. Las dos van hacia la vela, hacia la luz, ¿hacia el origen?

La del vestido blanco vuelve a su lugar, hace un zapateado, resuena la madera en el silencio. Se quita el vestido, termina la danza y vuelve al suelo. El público se quita las túnicas para arroparla. Apagan una luz y escuchamos el sonido de un cuenco tibetano. Mientras tanto la otra bailarina da vueltas, mueve su vestido, se ríe. Apagan la otra luz y la bailarina de negro se va hacia la de blanco para tumbarse sobre ella tapándola con el vestido negro.

*Concert gap safayan

Acting: María Jesús García Jiménez y Susana Paz bailarinas, Pablo Carretero al bajo, Toto Barreiro a la guitarra y Samuel Castela voz.
Asistencia: Abajo Izquierdo, Israel, Jesús, Carolina, María, Silvia, David, equipo Black Balance Project.